Saber combinar fuentes es una de esas habilidades que son difíciles de aprender e incluso más difíciles de dominar.
Definitivamente no es una tarea fácil. Ni siquiera para aquellos que trabajan en diseño.
Por lo tanto, si estás construyendo un sitio web o creando una imagen con texto y no eres precisamente un diseñador, te enfrentarás a un gran desafío a la hora de elegir las fuentes adecuadas.
Pero hay un atajo. Como otros diseñadores también conocen esta lucha, decidimos reunir algunos consejos para facilitar esta práctica. Estos consejos no son nada nuevos bajo el sol. Sin embargo, esperamos que sean de tu ayuda.
Comienza con Serif y Sans-Serif
Una forma común de combinar fuentes es utilizar una fuente serif y una fuente sans serif. Algunas personas piensan que el uso de una fuente sans serif para un cuerpo de texto y una fuente serif para los encabezados pueden dar como resultado un buen diseño. Aquí hay un ejemplo de combinación de fuente de Georgia (serif) y fuente de Verdana (sans serif):
Las tipografías Serif son identificables a través de líneas pequeñas, conocidas como «serif», que marcan los extremos de cada trazo.
En el ejemplo de tipo de letra Serif anterior, puedes ver que las tipografías Serif normalmente transmiten un aire más clásico, y a veces se ven mejor en la web cuando se utilizan pantallas de mayor resolución.
Los tipos de letra Sans Serif, por otro lado, no presentan las líneas pequeñas o «serifas» que están asociadas con las tipografías Serif.
Los tipos de letra Sans Serif generalmente transmiten una vibra más simplista que las fuentes Serif, y generalmente se ven mejor en la web cuando se usan pantallas de baja resolución.
Este es uno de los primeros y más fáciles consejos sobre cómo combinar fuentes con éxito. También es uno de los principios más populares para crear combinaciones de letras ganadoras.
Se podría decir con seguridad que es un clásico que no puede salir mal, por lo general. Cuando desees combinar fuentes fácilmente, incluso sin mucho conocimiento, elije una serif y una sans-serif.
Esta es probablemente la ruta más fácil que puedes tomar. Mantenlo simple. Mantente alejado de cosas exóticas como los guiones y las tipografías decorativas. Quédate con una serif y una sans-serif.
Utiliza una sola familia de fuentes
¿Cuántos tipos de letras cree que necesitas para crear una gran paleta de tipografía? Dos, tres o incluso más? ¿Qué pasa si te dijéramos que puedes usar solo un tipo de letra, para todo el proyecto?
Esto puede sonar un poco loco ya que normalmente ven ejemplos que usan al menos dos. Sin embargo, esta no es una regla que sea «inamovible». De hecho, la decisión de usar un solo tipo de letra de la misma familia puede ser la apuesta más segura que puedes hacer. ¿Cómo se pueden combinar las fuentes de forma incorrecta si usas solo una?
Hay una cosa que es necesaria para que este consejo funcione. El tipo de letra que elijas debe venir con una variedad de diferentes pesos, estilos o casos. Cuando buscas un tipo de letra único para tu proyecto, debes asegurarte de tener recursos para crear la variación.
No puedes lograr esto con un tipo de letra que tenga únicamente un peso y un estilo. Si lo haces, todos los elementos de la tipografía se verán igual.
Puedes crear una jerarquía visual usando diferentes tamaños del tipo de letra.
Un beneficio del uso de una sola tipografía es que puedes ahorrarte mucho tiempo. Encontrar la combinación correcta de tipografías puede llevar mucho tiempo. Puede tomar más tiempo si eres un perfeccionista. Entonces, puedes pasar días enteros probando diferentes combinaciones sin éxito.
El problema es que la tipografía es una pieza importante de diseño. Como resultado, es posible que no puedas dar otro paso. En cambio, si utilizas solo un tipo de letra, quizás eso es todo lo que necesitas.
No uses tipos de letra muy similares
Si deseas combinar distintas fuentes que funcionen bien juntas, éstas, no deberían ser completamente diferentes. Sin embargo, no debes combinar fuentes o tipos de letra que parecen gemelas. Recuerda que siempre debe haber algo de contraste. Es decir, tiene que haber algunas pequeñas diferencias.
En pocas palabras, las personas deberían ser capaces de reconocer que están viendo dos fuentes o tipos de letra diferentes. Si no, debes reconsiderar tus elecciones. Además, también debería verse como algo que se pretendía.
Entonces, si tus elecciones son muy similares, debes cambiar una de ellas.
Céntrate en el contraste
La razón por la que combinar una fuente serif y una fuente sans serif generalmente funciona bien es porque esta combinación crea contraste. Al seleccionar fuentes, el contraste es algo que puedes querer esforzarte por crear.
Más específicamente, querrás encontrar tipos de letra que son diferentes pero aún comparten uno o dos aspectos en común. Estas características comunes podrían referirse a un peso compartido (es decir, grosor de fuente), formas de caracteres, la altura X (es decir, la altura desde la parte inferior a la parte superior de letras minúsculas) y el ancho de los caracteres.
Aquí hay un ejemplo de fuentes contrastadas (Georgia y Arial) que funcionan bien juntas:
Utiliza tipos de letra complementarias
Cuando quieras combinar fuentes para tu próximo proyecto, asegúrate de elegir las que tengan el estado de ánimo adecuado. La tipografía decorativa y curvada funcionará muy bien en el diseño donde los niños son la audiencia principal. No funcionará tan bien para una audiencia más formal. Por ejemplo, un sitio web para un banco.
Además, algunos tipos de letra, como Serif, tienen una personalidad más fuerte que otras.
Cuando tienes un tipo de tipografía con una personalidad más fuerte, es una buena idea combinarlo con un tipo de letra que sea neutral.
Si uno de tus tipos de letra tiene un carácter fuerte, la mejor opción para la fuente complementaria será utilizar el tipo de letra neutral. Éste no luchará por la atención con tu primera elección. Por el contrario, apoyará tu primera elección al hacer que se destaque más. En el peor de los casos, tu segunda opción funcionará como un relleno. No hará nada.
Quédate con la misma fuente, pero usa una versión delgada y otra en negrita para separar el encabezado del lema. En este ejemplo, estamos combinando fuentes con éxito mediante el uso de la fuentes Berthold, delgada y negrita. La combinación de pares de fuentes san serif gruesas y delgadas es un toque moderno para cualquier diseño.
El problema de elegir la fuente o tipo de letra complementaria correcta es que no hay un conjunto de pasos a seguir. Tienes que usar el buen método antiguo de prueba y error y ver qué funciona.
Color y textura al combinar fuentes
El color es la mejor manera de atraer atención y resaltar aspectos vitales. Elegir varios colores para las fuentes puede ser una verdadera magia para el diseño.
Puedes crear una distinción perfecta entre dos fuentes muy similares solo con el uso de colores o texturas adecuados. Y viceversa, tipos de letra muy diferentes pueden obtener un aspecto unificado si se aplica el mismo color.
CONCLUSIONES
Debes practicar cómo combinar fuentes y tipos de letra si quieres mejorar. Nada viene fácil. Esto es especialmente cierto cuando no hay un método científico preciso que puedas seguir para lograr un resultado determinado en todo momento.
La combinación de fuentes y tipos de letra es una de esas áreas. Hay algunas reglas. Aún así, debes confiar en tu intuición. Afortunadamente, cuanto más practiques, mejor, agudizará tu intuición.
Con la práctica, combinarás las fuentes con confianza. Lo que alguna vez fue el resultado de una coincidencia se convertirá en el resultado de una habilidad.
Sé paciente. Aprende sobre tipografías. Construir la base del conocimiento es generalmente más rápido que entrenar tu intuición y desarrollar un ojo para el diseño. No te rindas.